sábado, 30 de enero de 2010

" ...Acabo de leer "El año terrible" de Víctor Hugo. Allí hay esperanza, pero...esta esperanza está en las estrellas. Encuentro esto muy cierto, muy bien dicho y muy bello; ademas, lo creo de buen grado también.
Pero no olvidemos que la tierra es igualmente un planeta, por consiguiente una estrella o globo celeste. ¡¡¡ Y si todas esas estrellas fueran parecidas!!! No sería muy alegre; en fin, habría que volver a empezar. Desde luego que para el arte, donde se tiene necesidad de tiempo, no estaría mal vivir mas de una vida. Y no deja de tener su encanto creer a los griegos, a los viejos maestros holandeses y japoneses, continuando en otros globos su escuela gloriosa..."

Vincent a Theo
Arles, julio 1888

"...I have just read Victor Hugo's "L'Année Terrible". There is hope there, but… that hope is in the stars. I think it is true, and well told, and beautiful, and indeed I should be glad to believe it myself. But don't lets forget that this earth is a planet too, and consequently a star, or celestial orb. And if all the other stars were the same!!! That would not be much fun; nothing for it but to begin all over again. But in art, for which one needs time, it would not be bad to live more than one life. And it is rather attractive to think of the Greeks, the old Dutch masters, and the Japanese continuing their glorious school on other orbs.."

Vincent to Theo
Arles, July 1888

3 comentarios:

Poeln Yoel dijo...

El libro de Victor Hugo, y sobre todo el título de la obra, puede funcionar como arquetipo de diversas cuestiones, una suma de quids razonables e irracionales que demuestran lo imperturbable o transparente, lo sólido y quebrantable que puede ser el arte. Y el tiempo, claro, amen del espacio. Varias caras de la misma moneda para el mismo concepto. O, sin la necesidad de ir mucho mas lejos, tal vez, dejarlo así, cayendo en el abismo, a su libre albedrío y capaz de abrir el juego a la posibilidad de que éste deje de ser justamente eso, un concepto, para que, en esa metamorfosis de súbito descenso, cobre mas fuerza y se transforme en lo que realmente es: una terrible( la influencia de H.perdón) afiebrada, y delirante( en el mejor de los casos) pasión humana, carne viva, alma encendida encerrada en un globo celeste si el talento es ora limitado, ora mediocre, o ya de plano ora desganado, que es dos veces peor que los adjetivos nombrados con anterioridad.
En su defecto, el azar puede parir la posibilidad de ser capaz de romper todas las fronteras del universo si, pongamos por caso, un ejemplo condescendiente, ese talento carga con los dos adjetivos ya mentados pero tiene la perseverancia y la fuerza de diez titanes para llevar a cabo su obra, una obsesión, tal vez, para quien la carga, y que probablemente necesite mas de una vida, las vidas de un gato inquieto. Pero, sabiéndola aprovechada, esa vida puede que se resuma en un suspiro de satisfacción y lo ilumine ( al creador perseverante) cuando el individuo se asome a las puertas de su último día.
Existe, sin embargo, aquel artista, o creador, que ha sabido ajustarse ( si, lo sé, que verbo salpicado de ironía!)a un tiempo que no asusta a su víctima a través de horas, minutos o segundos. El creador que durante gran parte del día, la semana, el mes, incluso el año, no sabe que su esperanza se encuentra, si,por que no?, en las estrellas, pero que también sabe que puede ser testigo inmediato o permanente de una carga impertinente colmada de dolor. Como aquel que puede sentir un alma despistada al ver que su espejo gemelo, incluso a sabiendas de que puede brindar una imagen distorsionada, se aleja, cansado para siempre de esperar una respuesta. Lo efímero de la inspiración puede ser comparable a la llegada de un colibrí que busque la dulzura en el medio de un campo de nieve. Pero el trabajo de este creador, supongo, es el que nos hace creer que se puede vivir en un mundo mejor.

Anónimo dijo...

pd: polen

eralamaga dijo...

Que bueno Caro!!! y proximamente vendras plena de inspiracion, no??
muchos besos!!