viernes, 25 de junio de 2010

Cartas

Para poder entender a Vincent hay que leer sus cartas. Allí se encuentra , más allá de sus pinturas, su esencia. No hay fuente mas genuina. Escritas a diversos amigos artistas, parientes y sobre todo a su hermano Theo.


Sus cartas son verdaderas obras artísticas. Tanto por su estilo literario como por sus ilustraciones. Mucho se ha dicho sobre Vincent Van Gogh, por supuesto, pero es fascinante leer cómo su propia familia y contemporáneos lo percibían. Theo escribió: Vincent es uno de los pintores mas avanzados y es difícil enterderlo, aún para mí que lo conozco tan intimamente. Sus ideas abarcan un terreno tan amplio, examina qué es la naturaleza humana y cómo debemos ver el mundo, que primero debemos liberarnos de cualquier convención para entender qué nos quiso decir, pero estoy seguro que será comprendido mas adelante. Sólo que es difícil decir cuándo.


“…Dotado de locuacidad, el vivir frecuentemente alejado de la gente con la que necesitaba comunicarse hizo de Van Gogh un prolífico escritor de cartas. Se han conservado y publicado más de 650 dirigidas a su hermano Theo. La primera edición apareció en 1914. Otras cartas enviadas a otros familiares y artistas conocidos se sumaron a la colección completa publicada entre 1952 y 1954. Una vez publicadas, se convirtieron en fuente de muchos otros escritos. Al ser con frecuencia apasionadas y emotivas, nos abren las puertas de las intenciones del artista, clave del significado original de la obra, pero hay otra representación del artista (en este caso autorrepresentación) a través del medio lingüístico.


A la muerte de Vincent encontraron en sus ropas un borrador de carta para Theo. Comparada con la que enviara días antes se comprueba que sus representaciones verbales se veían estorbadas por sus circunstancias emocionales. No sólo corrigió sus recelos sobre los planes profesionales de su hermano, sino que expresó su opinión sobre sí mismo de manera mas positiva, desde el pesimismo de “en cuanto a mi trabajo, estoy arriesgando mi vida por él y casi he perdido la razón por su culpa” a la mayor confianza de “en cuanto a mí se refiere, me entrego al estudio con toda mi fuerza. Estoy tratando de hacerlo tan bien como algunos pintores que he amado y admirado…” ( Melissa McQuillan )