jueves, 19 de julio de 2007

A orillas del mar...


"...Te escribo desde Saintes-Maries, a orillas del Mediterráneo, en fin...no se sabe nunca si es verde o violeta, ni se sabe nunca si es azul, porque al segundo siguiente, el reflejo cambiante ha tomado un tinte rosa o gris...

Me he pasado una noche a orillas del mar por la playa desierta. No era alegre, pero tampoco triste - era bello...

En el momento de partir por la mañana, muy temprano, he hecho el dibujo de los barcos y ya tengo el cuadro en marcha...era antes que las barcas zarparan, yo había observado todas las otras mañanas, pero como parten muy temprano no había tenido tiempo de hacerlo.

Ahora que he visto el mar aquí, experimento de pronto la importancia que tiene permanecer en el Sur, y sentir que falta todavía extremar el color - Africa no muy lejana. Te envío por el mismo correo los dibujos de Saintes-Maries..."

Vincent

Saintes-Maries, junio 1888

domingo, 1 de julio de 2007

Sembrador





"He trabajado ayer y hoy en el Sembrador, que está completamente retocado. El cielo es amarillo y verde; el terreno, violeta y anaranjado. Verdaderamente hay un cuadro como éste por hacer, utilizando ese magnífico motivo; y espero que un día alguien lo hará, sea otro pintor o yo.



La cuestión sigue siendo ésta: La barca de Cristo de Eugène Delacroix y El Sembrador de Millet son de una factura absolutamente distinta. La barca de Cristo - me refiero al esbozo azul y verde con manchas violetas, rojas y un poco de amarillo limón para el nimbo, la aureola- habla en un lenguaje simbólico por el color mismo. El Sembrador de Millet es gris incoloro, como lo son también los cuadros de Israels. Ahora, ¿se puede pintar El Sembrador con el color, con un contraste simultáneo de amarillo y violeta por ejemplo (como el cielo raso de Apollon, que justamente es amarillo y violeta), sí o no? Realmente, sí. ¡Pero hazlo!...Sí, es también lo que decía el viejo Martin "la obra maestra está en tí ". Pero te pones a intentarlo y caes en una metafísica del color al estilo Monticelli. Un lío del cual es difícil salir con honor.
Y se te vuelve abstracto como un sonámbulo. Si al menos saliera algo bueno..."

Vincent
Arles, junio 1888