Hace muchos años, mi hermana le regaló este libro a mis hijos. Es uno de esos libros tan queridos, que siguen en la biblioteca, que jamás vamos a regalar y que pasarán a otras generaciones...Lo comparto con ustedes.
Durante su estancia
en Arles, Vincent trabó una fuerte amistad con Roulin, el cartero (ver post de junio del 2008). Esto lo llevó
a hacer retratos de todos los miembros de la familia Roulin y compartir
momentos cotidianos con ellos.
Basandose en esta
historia, Laurence Anholt, toma la figura de Camille, el hijo de Roulin, y arma
este relato que acerca la pintura de Vincent
a los niños mas pequeños y además acompaña con bellísimas ilustraciones.