viernes, 30 de abril de 2010

Vincent en Saint Maries

En mi visita al Museo Van Gogh, hubo un cuadro en especial que me llamó la atención. Un cuadro que en general pasa desapercibido ( quiero decir con esto que no es de esos que aparecen reproducidos por todos lados). No hacen ni postales ni reproducciones y en los libros tal vez esté en formato pequeño o en blanco y negro.
Es un a marina, pintada en 1888, en la época que vivía en Arlés.
Saint Maries de la Mer es un pueblo pesquero a orillas del mar Mediterráneo, hacia donde peregrinan todos los gitanos de Europa en honor a su patrona, Santa Sara. La repercusión de esta peregrinación llega hasta Arlés, a 30 km de Saint Maries, y Vincent atraído por esta gran movilización, emprende una larga caminata y llega a comienzos de junio de 1888. La playa le recordó a Holanda " La playa es de arena, acantilados y sin rocas - como Holanda - sin las dunas y con más azul". Allí realizó tres pinturas  -" tengo que dejar mis tres estudios de pintura aquí porque no están lo suficiemtemente secas como para someterlas impunemente a 5 horas de sacudidas en un coche"-  y una serie de dibujos que luego trasladaría al lienzo.
Esta pintura en particular, Barcas de pesca cerca de Saint Maries ( óleo sobre lienzo, 51x64 cm), me pareció maravillosa. Trabajada con esa pincelada pesada y cargada de materia. Sublimes toques de espátula ( uno especialmente encima de su firma), hacen la diferencia. Esos pequeños detalles, grandiosos en sí mismos, magnifican el cuadro.
Y ciertamente Vincent lo sabía, ya que su firma se luce en un rojo vibrante. Honor que sólo tienen las que él consideraba importantes.