sábado, 27 de septiembre de 2008

Auvers-sur-Oise I




El 20 de mayo de 1890 el tren se detuvo en la estación de Auvers-sur-Oise. Del primer vagón baja Vincent, un sombrero de paja cubre su cabeza y en la mano lleva un papel con la dirección de un médico, el doctor Gachet. No imagina que el pequeño pueblo, a sólo 35 kilómetros de París, será el último escenario y la fuente de inspiración de sus pinturas más intensas. En setenta días pinta setenta y tres cuadros.

"...Mi querido hermano, sigo escribiéndote en los intervalos de mi trabajo. Trabajo más que nunca con un furor sordo, creo que pintar me ayudará a curarme, porque una nueva crisis podría destruir mi capacidad de pintar..."
Vincent a Theo
Auvers, 1890

sábado, 13 de septiembre de 2008

Vincent y el color


Retrato de una mujer en azul
Amberes, diciembre 1885



"...Los estudios de otros ( alumnos) tienen mas o menos el mismo color que la carne, y vistos de cerca dan entonces muy exactamente la impresión - pero cuando se retrocede un poco, se vuelven penosos de ver, y chatos - todo ese rosa y ese amarillo fino, etc, delicado por sí mismo, da un "efecto producido" excesivamente duro. Lo mío, visto de cerca, es de un rojo verduzco, gris-amarillo, negro y muchos tintes neutros, y generalmente colores inclasificables. Pero se vuelve exacto, cuestión de color aparte, cuando se retrocede un poco, y entonces el aire circula alrededor y hay en el interior una especie de ondulación luminosa. Además, el más mínimo punteado de color con el cual se hubiera eventualmente velado, se pone a hablar..."

Vincent
Amberes, 1885/1886